Quince territorios personales, quince revelaciones mínimas, quince pensamientos futuros, quince arcos en tensión de palabras, quince sueños para las mujeres nuevas, quince albercas donde llueve despacio, quince gritos susurrados, quince sensaciones tranquilas, quince lunas contra miedos ocultos, quince rebeldías razonadas, quince apuestas por lo que ya somos y por lo que llegaremos a ser, quince árboles mágicos donde danza la luz, quince orillas unidas por quince puentes de iris violetas, quince abrazos a un haya de tierra, quince experiencias para ser compartidas, quince espejos mecidos por el mar, quince ritmos convertidos en ritmos, quince melodías extraídas del aire, quince armonías buscadas en la coherencia, quince huellas de una mano que escribe, quince emociones de una voz que canta, quince poetas extremeños de ahora.
¿Otra forma de escribir, otra forma de leer la poesía?